Con más de 19 años de experiencia en Recursos Humanos en empresas nacionales e internacionales, Juan Pablo Villanueva, es psicólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile y MBA de la misma casa de estudios. Además, se desempeña como académico en su alma mater, en la Universidad de Chile y en la Universidad Alberto Hurtado.

En su vida personal, está casado hace 16 años y tiene dos hijos, de 7 y 10 años. Es un apasionado del deporte, sobre todo del running. También disfruta de otras actividades, como la jardinería y la filatelia (colección de sellos postales), hobby que lo ha acompañado gran parte de su vida.

¿Qué significa para ti ser parte de WEC Chile?

Ser parte del capítulo chileno del WEC representa una oportunidad para contribuir fuertemente al desarrollo sostenible y al futuro energético del país. Es una instancia que permite dar sentido y una visión global del mundo de la energía a través del diálogo y la colaboración público – privada y académica. Hoy, en medio del proceso de transición energética justa que se promueve en nuestro país, WEC brinda la posibilidad de estar al tanto de las últimas tendencias y desafíos en esta materia, además de ser parte de iniciativas que buscan impulsar la equidad, el acceso a información de calidad y la innovación, entre otras importantes temáticas. La riqueza de WEC es la diversidad de visiones y opiniones, pero todas al servicio de una transición energética que considere factores humanos.

¿Cuál crees que es el principal aporte de tu organización a esta plataforma de diálogo neutra?

El principal aporte de Pacific Hydro es su expertise en energía 100% renovable y su compromiso con la sustentabilidad, fortaleciendo los esfuerzos de WEC CHILE por impulsar un futuro energético más limpio y resiliente.

En Pacific Hydro, desde nuestro nacimiento en Chile hace más de 20 años, apostamos a generar un mundo más limpio y nos complace poder aportar conocimientos prácticos y experiencias concretas en este ámbito. Además, creemos que nuestra expertise en nuevas tecnologías e iniciativas ligadas a las energías limpias es clave para avanzar en las metas de descarbonización de nuestro país.

Pero, por sobre todo, nos interesa aportar una visión integradora del negocio energético; que considera la relevancia de las personas y el desarrollo de sus comunidades, el trabajo con excelencia y el fuerte compromiso con políticas de salud y seguridad y medioambiente. De este modo, contribuimos a promover el debate sobre la transición hacia un modelo energético más sustentable, con un enfoque en la sustentabilidad y el desarrollo comunitario temprano, aportando a enriquecer las discusiones en torno a la relación entre la energía y el desarrollo humano.

¿Cuál crees que es nuestro principal potencial a nivel país en cuanto a recursos energéticos? ¿En qué debiéramos enfocarnos y cuáles son los principales desafíos?

El principal potencial de Chile en cuanto a recursos energéticos radica en su diversidad y abundancia de fuentes renovables. Chile cuenta con una amplia variedad de recursos naturales, como la energía solar en el norte, la energía eólica en la zona central y sur, y el potencial hidroeléctrico en diversas regiones del país. Es por esto que debemos enfocarnos en seguir promoviendo su desarrollo e integración en la matriz nacional. Sin embargo, para lograrlo, es necesario enfrentar desafíos como la modernización de la infraestructura eléctrica, la garantía de la seguridad del suministro, generar condiciones habilitantes para la construcción de proyectos y la promoción de la participación comunitaria en el desarrollo energético.

¿Qué significado le das a la humanización de la transición energética?

La humanización de la transición energética es un concepto fundamental que implica poner a las personas en un lugar preponderante de las decisiones y acciones relacionadas con el cambio hacia un modelo energético más sostenible y limpio. Significa reconocer que este cambio no solo se trata de tecnología y economía, sino también de impacto social, cultural y humano. Esto se traduce en garantizar que el proceso de cambio hacia un sistema energético más sostenible sea inclusivo, respetuoso con el medioambiente y beneficioso para las personas y las comunidades. Es un enfoque integral que reconoce la interconexión entre el bienestar humano, el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente.

Dentro de las iniciativas que están desarrollando actualmente, ¿qué proyecto te gustaría destacar y compartir?

Estamos muy contentos porque Pacific Hydro avanza en la consolidación de su diversificación de la carpeta de proyectos en Chile que hoy cuenta con alrededor de 1300 MW, que se traduce en 6 proyectos en distintas fases de construcción y desarrollo en el país, enfocados principalmente en tecnologías solar, eólica, híbridas y almacenamiento. Esto último no solo optimiza la gestión de la energía, sino que también garantiza un suministro más estable y confiable.

Especialmente me gustaría destacar el parque solar Desierto de Atacama, en el que nos encontramos avanzando fuertemente en su construcción. Es un proyecto de 293 MW y almacenamiento, que equivale al suministro de energía limpia y renovable de más de 310 mil hogares. Ha sido un proyecto desafiante y un tremendo aprendizaje que fortalecerá la infraestructura eléctrica nacional y nos motiva día a día a seguir generando energía renovable para Chile.