El escenario crítico que atraviesa Chile, con un ciclo de «megasequía» que ya lleva más de 10 años, lo convierte en uno de los 30 países del mundo con mayor riesgo hídrico. Lo anterior se refleja en el aumento de las declaraciones de zona de escasez hídrica en el país, las cuales -a marzo del presente año- alcanzaron a 188 comunas, donde habitan más de 8,3 millones de personas en el país.

Lamentablemente, esta sequía se extendería de forma permanente (o por un buen tiempo más) por efecto del cambio climático, lo que nos exige generar acciones concretas y rápidas.

«Roda·e, inició el camino de la gestión eficiente del recurso hídrico, considerando que agua y energía deben ser consideradas juntas y no de manera sectorial, lo que permitirá adaptarnos y, a la vez, mitigar los efectos negativos del cambio climático. Fue así que decidimos certificar a las 12 personas que conforman el equipo como auditores líderes en la Norma ISO 46.001 (la cual es compatible con las organizaciones que ya cuenten con ISO 50.001 de eficiencia energética), para acompañar también a nuestros clientes, de distintos sectores económicos, junto con levantar información clave para avanzar en estos procesos. En esa línea, ya hemos identificado que el 76% de las fuentes de agua que actualmente abastecen a los sectores industriales y comerciales de Chile están expuestas a este riesgo climático. Es necesario actuar ya», señalan desde la empresa.

La ISO 46001 presenta especial atención en la gestión de eficiencia del agua mediante las prácticas de monitoreo, medición, documentación, presentación de informes, diseño, adquisición de equipos, sistemas, procesos y formación, que permiten la gestión y adaptación por parte de la organización a un recurso que cada vez será más escaso, en torno a un uso eficiente del agua enfocado en “reducir, reutilizar y reemplazar».

Gracias a este proceso de certificación pionero, y entendiendo que el problema es sistémico, Roda·e podrá entregar a sus clientes apoyo para las comunidades de su entorno que también se ven afectadas por esta crisis hídrica. De esta manera, apoyarán a que las empresas nacionales puedan contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) N°6 «Agua limpia y saneamiento», que busca aumentar sustancialmente la eficiencia del uso del agua en todos los sectores y garantizar la extracción sostenible y el suministro de agua dulce para abordar la escasez de agua y reducir sustancialmente el número de personas que deberán desplazarse por la falta de agua al año 2030.

Crédito de la foto: Sharon Pittaway