José Arosa es ingeniero químico de la Universidad Alfonso X El Sabio, con un MBA de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia, y cuenta con más de 15 años de experiencia en mercados de energía en Latinoamérica y el Medio Oriente.

José se unió a Prime Energía para asumir como CEO en septiembre de 2021. Anteriormente, se desempeñó como presidente y CEO de AES México supervisando su portafolio operativo y la estrategia de crecimiento para EnerAB, un proyecto en conjunto con Grupo BAL enfocado en el desarrollo de energías limpias. Arosa se unió a AES Corporation en el 2008 y ha trabajado en diferentes países en puestos de liderazgo en el área de desarrollo de negocios, además de fusiones y adquisiciones. También lideró la estrategia de entrada al mercado de Inkia Energy como country manager de México y estuvo encargado del equipo de desarrollo para InterGen en las Américas.

¿Qué significa para ti ser parte de WEC CHILE?

Para nosotros es sumamente importante formar parte de una organización como WEC Chile, no sólo por su aporte al país, sino que también por su rol a nivel internacional. Es una plataforma diversa y rica, donde todos podemos aportar desde nuestra vereda. Es un punto de encuentro entre distintos actores de la industria.

¿Cuáles son tus expectativas como miembro de WEC? ¿Qué esperas que te entregue como organización?

Creemos que unirnos a WEC Chile nos permite una oportunidad de trabajar junto a otros importantes actores de la industria para promover el desarrollo de distintas tecnologías en torno a la mejor energía sostenible para Chile, articular acciones entre distintos sectores y pensar en soluciones a largo plazo para los distintos desafíos que traerá la transición energética.

¿Qué te gustaría que se destacara de tu organización a través de WEC?

Me gustaría que se destaque el papel que Prime Energía desempeña como actor relevante en asegurar la flexibilidad del sistema eléctrico. Como país estamos en un proceso de transición energética y estamos trabajando por una matriz renovable, por lo que, en este proceso, la seguridad y estabilidad que aportan las centrales de Prime son fundamentales.

¿Cuál crees que es el aporte de tu organización a esta plataforma de diálogo?

La participación de Prime Energía entrega un punto de vista distinto. La generación flexible es un pilar importante, pero no tan conocido, dentro de la matriz energética, entregando confiabilidad para el sistema eléctrico chileno. Asimismo, Prime cuenta con un equipo de profesionales con amplia experiencia en distintas disciplinas que aportan a enriquecer conversaciones, cada vez que WEC nos ha invitado a participar.

¿Cuáles crees que son los principales desafíos para el rubro energético en nuestro país?

Estamos en una industria dinámica que constantemente enfrenta nuevos desafíos regulatorios y operacionales. Frente al escenario actual que estamos viviendo, vemos que un gran desafío es dar las señales adecuadas para atraer mayor potencia firme que entregue flexibilidad al sistema. Creemos en los cambios que se están dando a nivel país, pero siempre mirando bien cada paso que damos. Agosto de 2021 en el sistema eléctrico es un ejemplo de ello: la sequía extrema, el cierre anticipado de plantas a carbón, y fallas asociadas a dichas centrales, han llevado a que el sistema opere con muy bajos niveles de reserva. Por este tipo de situaciones, el positivo camino de transición energética hacia la descarbonización que está llevando Chile debe hacerse de forma planificada y tomando en cuenta los tiempos que requiere cada proceso. En particular en temas de apoyo de gestión y medidas regulatorias.

¿Cuál crees que es nuestro principal potencial a nivel país en cuanto a recursos energéticos? ¿En qué debemos enfocarnos?

Una de las grandes ventajas que tiene Chile es su diversidad de tecnologías en materia energética. Actualmente, nuestro país está sacando ventaja de sus propios recursos con un fuerte desarrollo de generación eólica y solar. Lo anterior, junto a nuestra abundante costa nos proyecta como un gran productor de hidrógeno verde que jugará un papel cada vez más importante, y vemos con optimismo, que si se dan los escenarios que incentiven y permitan el desarrollo de dicho combustible, que este sea el gran motor de Chile en los próximos años. Lo que se complementa con la necesidad de contar con un sistema flexible que haga pie a la variabilidad e incertidumbre en la generación renovable.