Teniendo en consideración que lo único permanente en nuestra existencia es el cambio, debemos ser capaces de adaptarnos a los desafíos que plantean los nuevos escenarios. Más, sobre todo, en un momento de crisis sanitaria como el que vivimos actualmente.

Tomando esta premisa, WEC Chile junto a Deloitte, presentó la primera charla del ciclo Human Talks con una invitada única. Nos referimos a Rocío Fonseca, Gerenta de Innovación de Corfo y Exdirectora Ejecutiva de Start-Up Chile.

Rocío es Ingeniera Biotecnóloga con un Máster en Innovación y Emprendimiento, y Máster en Science in Management del MIT. Ha sido destacada como una de las 100 mujeres líderes de Chile y también como una de las 100 personas más influyentes del mundo en Gobierno Digital, reconocimiento entregado por Apolitical Group, red global de Inglaterra.

En la cita, conducida por la Directora Ejecutiva de WEC Chile, María Trinidad Castro, Fonseca fue enfática en señalar que la innovación es la llave para crear valor y diferenciarnos de la competencia, además de generar los cambios necesarios para surgir y avanzar. Acá algunas claves para superar los momentos difíciles aplicando creatividad e inteligencia:

  • Muchos problemas. Nuevas oportunidades

“Busquen los problemas. De pronto en las organizaciones hablar de los problemas es como mejor no meterse ahí y esconderlos bajo la alfombra. Sin embargo, la mejor manera de comenzar a innovar es exponiendo los problemas. Te darás cuenta de que hay mucho que se puede ir mejorando de a poco”.

“Mi recomendación es que una vez que detectas los problemas, empieza por los más abordables y de fácil solución. Se resuelven rápido y vuelan. Toma esos. Al ver resultados, la gente se motiva. Dale la confianza a tu equipo”.

“El tema de la diversidad es clave: si todos somos ingenieros de tal universidad y de tal colegio, es bien difícil que podamos hacer cosas distintas”.

“Para las organizaciones grandes recomiendo buscar a los evangelizadores adecuados. A veces cuando quieres crear innovación, la naturaleza humana nos lleva a perseguir a los más difíciles de convencer. No hay que hacer eso: hay que buscar a aquellos que quieren hacer los cambios y de a poco los que no querían, empezarán a atreverse”.

  • La innovación es universal

“No existe área en la que no se pueda innovar. Un ejemplo: antes cuando uno compraba un software, te entregaban unos discos, en caja y un paquete de manuales en todos los idiomas. Hoy en día, todo se descarga de internet, entonces cómo van mutando los modelos de negocio en el área de servicios ha sido muy potente.

  • La colaboración es vital

“(Desde Corfo) hemos visto mucha colaboración en sectores que no nos hubiéramos imaginado, como lo es el sector energético. Estamos presenciando también cómo se está cambiando el enfoque desde un sistema centralizado a uno más territorial”.

“Hay un desafío que es revisar los modelos de negocio. Estamos acostumbrados a tener un sistema súper tradicional y nos olvidamos de que podemos mezclar modelos, trabajar de manera conjunta, cosa de que los ingresos lleguen por varias vías y no por una sola, porque cuando hay crisis se corta esa entrada y se te murió el negocio. En resumen, cómo mantienes distintas vías de ingreso para mantener el negocio sostenible, es algo en lo que estamos trabajando fuertemente y en eso la colaboración es clave.

“También vemos cómo las empresas tradicionales trabajan con startups para innovar. A las compañías tradicionales les cuesta mucho subirse a la ola de transformación digital, entonces muchas empresas jóvenes ya tienen las soluciones para atender esos temas”.

  • La mejor metodología para aplicar el teletrabajo

“Esto depende mucho de la cultura organizacional del equipo. Nosotros trabajamos mucho con ‘sprint’, que son metodologías ágiles (definir el problema y resolverlo en un plazo acotado). No me interesa que las personas trabajen de las 9 a las 6 de la tarde. A mi me interesa que resolvamos lo que tengamos que resolver. Con el teletrabajo me he dado cuenta de que mi equipo ha sido muy productivo, incluso ya cumplimos las metas que teníamos para fin de año. Lo mejor es trabajar por objetivos y con indicadores claros en un contexto en el que no nos vemos las caras y es fácil perderse”.

  • Presencia femenina en áreas de innovación

“El portafolio de innovación de Corfo contempla solo un 20% a 25% de proyectos liderados por mujeres. Y de ese universo, 80% está relacionado a industrias asociadas a la mujer (belleza, alimentación, ropa, niños). Nuestro llamado es que se inclinen por otras industrias y nos ha ido muy bien. Tenemos mujeres innovando en acuicultura, en forestal, en minería, biotecnología. Creo que tenemos una oportunidad gigante en otros sectores. Y esto no es solo por equidad de género; tenemos estudios que dicen que una vez que la mujer emprende y le va bien en el negocio, es más rentable, vende más, rinde más.

  • Con respecto a la reticencia a innovar en nuevas tecnologías, negocios o industrias

“Hace 20 años muchos dijeron que la industria solar no iba a prender. Y ya vemos cómo hoy en día las energías renovables son cada vez más importantes. Cuando tienes una matriz energética con muchos temas colaterales de medio ambientes, de comunidades afectadas, es complejo seguir manteniéndola así como está. La tendencia mundial es verde, sostenible, territorial. Hoy el consumidor de energía no puede elegir libremente, pero las reglas del juego están cambiando”.

“(Como empresa energética tradicional) tienes que salir de tu zona de confort, de tu status quo. Obvio que da miedo, nadie dice que sea fácil, pero hay que dar el paso. Tal vez no invertirlo todo, empezar a testear, vincularse a startups para entender un poco más. Las grandes compañías no van a cambiar su negocio de un día para otro. Es imposible. Pero sí se pueden hacer pequeños cambios con una mirada de largo plazo”.

  • Destrucción creativa

“Estamos viviendo, efectivamente, momentos de recesión económica y donde los actores menos innovadores y resilientes tienden a salir del espectro. En estos puntos de inflexión nacen nuevas empresas, nuevas pymes, más competitivas, innovadoras, colaborativas y adaptables a la realidad actual.

“Hoy más que nunca tenemos que usar capacidades de ‘ambidiestría’ porque no es solamente apagar el incendio y preocuparse del presente, sino cómo los líderes, las organizaciones y nosotros mismos, caminamos y masticamos chicle al mismo tiempo, nos hacemos cargo del ahora, pero sin dejar de lado pensar en el futuro y trabajar por el mediano y largo plazo”.