Entre el 7 y el 9 de octubre pasado se llevó a cabo la “World Energy Week”, congreso anual organizado por el World Energy Council que congrega a líderes del sector energético de todas partes del mundo. En ese contexto, se realizó una sesión regional en la que se discutió la gran oportunidad que tenemos en nuestra región de Latinoamérica y específicamente en Chile, para iniciar una recuperación post COVID que sea sustentable y centrada en el mayor bienestar de las personas.

Sin embargo, y pese a que últimamente en el país hemos celebrado el cierre de algunas centrales a carbón, variadas iniciativas de avance en la electromovilidad del transporte público de nuestra capital y el gran crecimiento que han tenido durante los últimos años la generación de electricidad en base a fuentes renovables, lo cierto es que, todavía queda mucho por hacer para alcanzar nuestro desafío de carbono neutralidad de la mano de una mejora sustantiva en la calidad de vida de todas las personas.

Por ejemplo, uno de los temas que se conversó en el evento regional señalado, es que persiste gran pobreza energética en varias regiones de nuestro país, situación que se acentúa en varios de los países de nuestra región. De acuerdo con un documento revelado en diciembre pasado por la Red de Pobreza Energética de la Universidad de Chile (RedPE), “un hogar con esta falencia es aquel que no tiene acceso equitativo a servicios energéticos de alta calidad para cubrir sus necesidades fundamentales y básicas”. Esto se traduce en que más de 50 mil personas están en dicha situación, principalmente en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de la Araucanía.

Es evidente que se ha avanzado bastante en cuanto a la medición y al desarrollo de políticas públicas para abordar tales necesidades, no obstante, aún no contamos con toda la información requerida para conocer la realidad completa y de esta manera trabajar para mejorarla.

Las entidades que formamos parte del World Energy Council – WEC Chile, estamos empeñados en un propósito común: promover un futuro energético sustentable y sostenible, centrado en las personas. Para ello, nos reunimos en una misma mesa los diferentes sectores de nuestro sistema.

Por una parte, el sector público, la academia, los gremios y por otra, el sector privado con sus empresas y organizaciones, constituyendo lo anterior una de nuestras virtudes como agrupación: todos reunidos en función de este propósito común para mayor beneficio de todos. En este contexto, impulsamos una transición energética, pero con un enfoque de humanizar dicha transición.

En pocos meses más, nuestro país iniciará un proceso constituyente donde vemos una oportunidad para darles relevancia a los temas asociados a nuestro sector y el cómo construimos este “nuevo futuro” con un enfoque en las personas y en su mayor bienestar.

El momento es ahora y estamos seguros de que la clave está en la colaboración y cooperación de todas las partes en los desafíos de descentralización, digitalización, descarbonización y democratización de nuestro sistema energético; elementos vitales, que el World Energy Council ha denominado las “4D´s” de la transición energética.

Habitamos una casa común en donde todos somos responsables. Por este motivo es que en World Energy Council – WEC Chile, mostramos con fuerza y decisión nuestro propósito de construir y colaborar para que nuestro país tenga un sistema energético que se mantenga en el tiempo y que permita que todos nos beneficiemos de él.

Construyamos juntos este futuro con responsabilidad y donde cada uno sea parte de la solución para las grandes necesidades de nuestro país.

Todos somos importantes. Todos somos Energía.