«Hoy en día ocupo el cargo de Gerente Senior de Finanzas Sostenibles en Deloitte, desde donde apoyamos a distintas empresas en su camino hacia una gestión estratégica sostenible. Adicionalmente, soy directora académica del Diploma en Cambio Climático: aspectos económicos y financieros, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Fui asesora de Finanzas Verdes en el Ministerio de Hacienda y me tocó liderar diversas iniciativas relacionadas al impulso de la agenda ESG (ambiental, social y de gobernanza por sus siglas en inglés). Titulada en Ingeniería Comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez con un magíster en Economía y Políticas Públicas de la misma casa de estudios, también cursé diplomados en Empresa y Cambio Climático, y en Mercados Financieros en la Universidad de Chile».

«Desde mi experiencia en el Ministerio de Hacienda y actualmente en Deloitte, creo que las compañías de la industria energética tienen un tremendo rol frente a los desafíos que nos impone el cambio climático y los compromisos de neutralidad de emisiones que han adquirido los países, Chile incluido. Es por ello, que apoyamos a empresas en potenciar su creación de valor sostenible en el tiempo; desde planes de descarbonización, pasando por divulgación de información ESG y cálculo de huella de carbono, hasta evaluaciones y políticas en materia de Derechos Humanos, entre otros».

«En 5 años más, me veo ampliando mi experiencia en el ámbito de la sostenibilidad y el sector energético, contribuyendo a generar las transformaciones que la industria requiere para cumplir con los compromisos mundiales en materia de sostenibilidad. Me proyecto a la vez, apoyando al desarrollo de generaciones de mujeres líderes empoderadas en la transformación hacia un equilibrio entre el respeto al medio ambiente, el crecimiento económico y el bienestar social».

«Me encanta ver mujeres líderes en cargos directivos en industrias que comúnmente han sido dominadas por hombres. Estoy convencida de que la mujer tiene un tremendo rol que cumplir y complementar las diferentes habilidades y conocimientos que se requieren para una transición hacia una economía carbono neutral y resiliente al clima. La evidencia demuestra categóricamente que los equipos mixtos no solo contribuyen a una mayor equidad de género, sino que también a espacios más colaborativos donde predomina la innovación y una mayor competitividad».